Atenas - Ática
450 - 400 AC
Tetradracma
Plata
Anv: Cabeza de Atenea a derecha
Rev: Buho "ΑΘΕ"
20,1 MM - 17,19 Gramos
ET: 1577
Los tetradracmas de Atenas constituyen una de las monedas más emblemáticas y duraderas de la Antigüedad clásica. Su historia refleja la evolución política, económica y artística de la propia Atenas.
Comenzaron a acuñarse hacia finales del siglo VI a. C., durante las reformas monetarias impulsadas por Solón y Pisístrato, cuando la ciudad adoptó el patrón de plata del Ática. Sin embargo, alcanzaron su máximo esplendor en el siglo V a. C., durante la época de Pericles, coincidiendo con el auge del Imperio Ateniense y la Liga de Delos.
El anverso mostraba la cabeza de Atenea, diosa tutelar de la ciudad, con casco ático; el reverso, un búho (su animal sagrado), acompañado de una rama de olivo y la inscripción ΑΘΕ (ATHE), abreviatura de “ΑΘΗΝΑΙΩΝ”, es decir, “de los atenienses”. Su pureza y estabilidad los convirtieron en moneda de referencia en el comercio del Mediterráneo oriental, desde Egipto hasta Asia Menor.
A lo largo del tiempo, los tetradracmas evolucionaron: los primeros, llamados “arcaicos” o “del búho antiguo”, tenían rasgos rígidos y esquemáticos; luego, en el siglo IV a. C., surgieron versiones más naturalistas y estilizadas, conocidas como “nuevos búhos” o tetradracmas de tipo nuevo.
$870.000,00
Atenas - Ática
450 - 400 AC
Tetradracma
Plata
Anv: Cabeza de Atenea a derecha
Rev: Buho "ΑΘΕ"
20,1 MM - 17,19 Gramos
ET: 1577
Los tetradracmas de Atenas constituyen una de las monedas más emblemáticas y duraderas de la Antigüedad clásica. Su historia refleja la evolución política, económica y artística de la propia Atenas.
Comenzaron a acuñarse hacia finales del siglo VI a. C., durante las reformas monetarias impulsadas por Solón y Pisístrato, cuando la ciudad adoptó el patrón de plata del Ática. Sin embargo, alcanzaron su máximo esplendor en el siglo V a. C., durante la época de Pericles, coincidiendo con el auge del Imperio Ateniense y la Liga de Delos.
El anverso mostraba la cabeza de Atenea, diosa tutelar de la ciudad, con casco ático; el reverso, un búho (su animal sagrado), acompañado de una rama de olivo y la inscripción ΑΘΕ (ATHE), abreviatura de “ΑΘΗΝΑΙΩΝ”, es decir, “de los atenienses”. Su pureza y estabilidad los convirtieron en moneda de referencia en el comercio del Mediterráneo oriental, desde Egipto hasta Asia Menor.
A lo largo del tiempo, los tetradracmas evolucionaron: los primeros, llamados “arcaicos” o “del búho antiguo”, tenían rasgos rígidos y esquemáticos; luego, en el siglo IV a. C., surgieron versiones más naturalistas y estilizadas, conocidas como “nuevos búhos” o tetradracmas de tipo nuevo.
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