Imperio Bizantino, Justino II. Pentanummium acuñado entre los años 565-578 en Constantinopla
Anv: monograma de Justino II
Rev: letra Є mostrando su valor de 5 nummi
Sear 386, DOC 186
Cobre 17mm
Justino II, cuyo nombre completo era Flavius Anicius Iustinus, ostentó el título de emperador entre los años 565 y 578. Sin embargo, su período de gobierno estuvo marcado por una notoria influencia de su esposa Sofía, quien desempeñó un papel fundamental en la toma de decisiones imperiales.
La ascensión de Justino II al trono ocurrió tras la muerte de Justiniano, el emperador anterior, quien no dejó descendencia directa. En ese momento, Justino ocupaba el cargo de Curopale en la corte y fue elevado al poder sin mayores dificultades. No obstante, desde el principio, quedó claro que Justino era un emperador debilitado por la enfermedad y vacilante en sus resoluciones, llegando eventualmente a padecer trastornos mentales.
El verdadero motor del gobierno imperial fue Sofía, su esposa. Ella asumió la responsabilidad de mantener la estabilidad en el Imperio Bizantino. Para lograrlo, se vio obligada a realizar concesiones, como el pago de tributos a los ávaros y persas, con el fin de preservar las fronteras del imperio. Estas decisiones estratégicas agotaron los recursos del Tesoro Imperial, dejándolo prácticamente vacío. En consecuencia, se puede afirmar que, en la práctica, Sofía desempeñó un papel esencial en el gobierno y la defensa del Imperio Bizantino durante el reinado de Justino II
$72.600,00
Imperio Bizantino, Justino II. Pentanummium acuñado entre los años 565-578 en Constantinopla
Anv: monograma de Justino II
Rev: letra Є mostrando su valor de 5 nummi
Sear 386, DOC 186
Cobre 17mm
Justino II, cuyo nombre completo era Flavius Anicius Iustinus, ostentó el título de emperador entre los años 565 y 578. Sin embargo, su período de gobierno estuvo marcado por una notoria influencia de su esposa Sofía, quien desempeñó un papel fundamental en la toma de decisiones imperiales.
La ascensión de Justino II al trono ocurrió tras la muerte de Justiniano, el emperador anterior, quien no dejó descendencia directa. En ese momento, Justino ocupaba el cargo de Curopale en la corte y fue elevado al poder sin mayores dificultades. No obstante, desde el principio, quedó claro que Justino era un emperador debilitado por la enfermedad y vacilante en sus resoluciones, llegando eventualmente a padecer trastornos mentales.
El verdadero motor del gobierno imperial fue Sofía, su esposa. Ella asumió la responsabilidad de mantener la estabilidad en el Imperio Bizantino. Para lograrlo, se vio obligada a realizar concesiones, como el pago de tributos a los ávaros y persas, con el fin de preservar las fronteras del imperio. Estas decisiones estratégicas agotaron los recursos del Tesoro Imperial, dejándolo prácticamente vacío. En consecuencia, se puede afirmar que, en la práctica, Sofía desempeñó un papel esencial en el gobierno y la defensa del Imperio Bizantino durante el reinado de Justino II
Mi carrito