Imperio de Brasil

(1855)

1000 Reis.

Plata 12,5 Gramos

ET: 1713

Pedro II


El Imperio de Brasil fue un período de la historia brasileña que se desarrolló entre 1822 y 1889, tras la independencia de Portugal. Brasil proclamó su independencia el 7 de septiembre de 1822, cuando Dom Pedro I, hijo del rey portugués Juan VI, se convirtió en el primer emperador del país.

Durante el reinado de Dom Pedro I (1822–1831), Brasil consolidó su independencia y buscó equilibrar las tensiones entre los grupos políticos liberales y conservadores. En 1831, ante la presión política y social, abdicó en favor de su hijo, Dom Pedro II, quien asumió el trono siendo aún un niño; durante su minoría de edad se estableció un período de regencias.

El reinado de Dom Pedro II (1840–1889) se caracterizó por la modernización del país, la expansión territorial y la consolidación de un sistema político estable dentro de una monarquía constitucional. La economía se basaba principalmente en la agricultura y la exportación de café, con un sistema de trabajo esclavo que se mantuvo hasta la abolición de la esclavitud en 1888, con la firma de la Ley Áurea.

El Imperio terminó en 1889, cuando un golpe militar instauró la República, poniendo fin a la monarquía y exiliando a la familia imperial. El período imperial dejó un legado de estabilidad política relativa, expansión económica y desarrollo cultural, a pesar de las tensiones sociales y la desigualdad.

Imperio de Brasil (1855) 1000 Reis. Plata 12,5 Gramos

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Imperio de Brasil

(1855)

1000 Reis.

Plata 12,5 Gramos

ET: 1713

Pedro II


El Imperio de Brasil fue un período de la historia brasileña que se desarrolló entre 1822 y 1889, tras la independencia de Portugal. Brasil proclamó su independencia el 7 de septiembre de 1822, cuando Dom Pedro I, hijo del rey portugués Juan VI, se convirtió en el primer emperador del país.

Durante el reinado de Dom Pedro I (1822–1831), Brasil consolidó su independencia y buscó equilibrar las tensiones entre los grupos políticos liberales y conservadores. En 1831, ante la presión política y social, abdicó en favor de su hijo, Dom Pedro II, quien asumió el trono siendo aún un niño; durante su minoría de edad se estableció un período de regencias.

El reinado de Dom Pedro II (1840–1889) se caracterizó por la modernización del país, la expansión territorial y la consolidación de un sistema político estable dentro de una monarquía constitucional. La economía se basaba principalmente en la agricultura y la exportación de café, con un sistema de trabajo esclavo que se mantuvo hasta la abolición de la esclavitud en 1888, con la firma de la Ley Áurea.

El Imperio terminó en 1889, cuando un golpe militar instauró la República, poniendo fin a la monarquía y exiliando a la familia imperial. El período imperial dejó un legado de estabilidad política relativa, expansión económica y desarrollo cultural, a pesar de las tensiones sociales y la desigualdad.

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