Carlos IV.
8 Reales
(1797)
Mexico
Plata
39,3 MM - 26,78 Gramos
Con chops
Ensayadores (FM)
Francisco Arance Cobos
Mariano Rodriguez
KM#109
ET: 1681
Carlos IV de España (escrito también Carlos IIII en grafías antiguas) fue rey de España entre 1788 y 1808, perteneciente a la Casa de Borbón. Su reinado estuvo marcado por una profunda crisis política y social, así como por la creciente influencia de su esposa, María Luisa de Parma, y de su favorito, Manuel Godoy, lo que debilitó la autoridad real y generó un fuerte descontento entre la nobleza y el pueblo.
Carlos IV ascendió al trono tras la muerte de su padre, Carlos III, un monarca reformista e ilustrado. Sin embargo, el nuevo rey carecía del carácter enérgico de su padre y dejó el gobierno en manos de Godoy, quien promovió una política exterior vacilante y costosa. Bajo su dirección, España se vio arrastrada a conflictos derivados de la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas, firmando y rompiendo alianzas sucesivamente con Francia y Gran Bretaña.
En el ámbito interno, su reinado se caracterizó por el declive del reformismo ilustrado, el deterioro económico y el malestar social. La situación culminó con el Motín de Aranjuez en 1808, que provocó su abdicación en favor de su hijo Fernando VII. Poco después, ambos fueron forzados por Napoleón Bonaparte a ceder sus derechos al trono, lo que dio inicio a la Guerra de la Independencia Española.
Carlos IV pasó el resto de su vida en el exilio, primero en Francia y luego en Italia, donde murió en 1820. Su figura suele ser recordada como la de un monarca débil y dominado por su entorno, cuyo reinado marcó el ocaso del absolutismo borbónico en España.
Los chops o resellos chinos grabados sobre las monedas de plata grandes del siglo XIX, como los 8 reales mexicanos o los trade dollars europeos, son un testimonio directo del comercio internacional entre Occidente y Asia, especialmente del intenso intercambio con el mercado chino.
Durante los siglos XVIII y XIX, China utilizaba la plata como base de su sistema monetario, pero no producía suficientes monedas propias para su enorme comercio interno y marítimo. Por ello, las monedas extranjeras, en especial los 8 reales españoles y mexicanos, comenzaron a circular ampliamente en los puertos y centros comerciales chinos. Estas piezas, por su pureza y peso estables, eran aceptadas como moneda legítima, pero antes debían ser verificadas por los mercaderes locales.
Para garantizar su autenticidad, los comerciantes, banqueros y casas de cambio chinos marcaban las monedas con pequeños sellos o punzones, conocidos como chops. Estos grabados solían consistir en caracteres chinos o símbolos que representaban el nombre del comerciante, la casa de cambio o términos como “puro”, “verdadero” o “bueno”. Algunos resellos también correspondían a autoridades locales o aduanas, que certificaban la entrada de las monedas extranjeras en circulación.
Cada vez que una moneda cambiaba de manos, podía recibir un nuevo chop, de modo que muchas piezas terminaron con numerosos resellos superpuestos, lo que indica que habían pasado por distintas regiones o comerciantes. El objetivo de estos sellos era confirmar la autenticidad y el contenido metálico de la moneda, prevenir falsificaciones y adaptar las piezas extranjeras al sistema comercial chino.
En consecuencia, los chops funcionaban como una garantía de confianza dentro del comercio. Una moneda marcada por una casa acreditada adquiría mayor aceptación, algo comparable a una certificación bancaria moderna.
$246.000,00
Carlos IV.
8 Reales
(1797)
Mexico
Plata
39,3 MM - 26,78 Gramos
Con chops
Ensayadores (FM)
Francisco Arance Cobos
Mariano Rodriguez
KM#109
ET: 1681
Carlos IV de España (escrito también Carlos IIII en grafías antiguas) fue rey de España entre 1788 y 1808, perteneciente a la Casa de Borbón. Su reinado estuvo marcado por una profunda crisis política y social, así como por la creciente influencia de su esposa, María Luisa de Parma, y de su favorito, Manuel Godoy, lo que debilitó la autoridad real y generó un fuerte descontento entre la nobleza y el pueblo.
Carlos IV ascendió al trono tras la muerte de su padre, Carlos III, un monarca reformista e ilustrado. Sin embargo, el nuevo rey carecía del carácter enérgico de su padre y dejó el gobierno en manos de Godoy, quien promovió una política exterior vacilante y costosa. Bajo su dirección, España se vio arrastrada a conflictos derivados de la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas, firmando y rompiendo alianzas sucesivamente con Francia y Gran Bretaña.
En el ámbito interno, su reinado se caracterizó por el declive del reformismo ilustrado, el deterioro económico y el malestar social. La situación culminó con el Motín de Aranjuez en 1808, que provocó su abdicación en favor de su hijo Fernando VII. Poco después, ambos fueron forzados por Napoleón Bonaparte a ceder sus derechos al trono, lo que dio inicio a la Guerra de la Independencia Española.
Carlos IV pasó el resto de su vida en el exilio, primero en Francia y luego en Italia, donde murió en 1820. Su figura suele ser recordada como la de un monarca débil y dominado por su entorno, cuyo reinado marcó el ocaso del absolutismo borbónico en España.
Los chops o resellos chinos grabados sobre las monedas de plata grandes del siglo XIX, como los 8 reales mexicanos o los trade dollars europeos, son un testimonio directo del comercio internacional entre Occidente y Asia, especialmente del intenso intercambio con el mercado chino.
Durante los siglos XVIII y XIX, China utilizaba la plata como base de su sistema monetario, pero no producía suficientes monedas propias para su enorme comercio interno y marítimo. Por ello, las monedas extranjeras, en especial los 8 reales españoles y mexicanos, comenzaron a circular ampliamente en los puertos y centros comerciales chinos. Estas piezas, por su pureza y peso estables, eran aceptadas como moneda legítima, pero antes debían ser verificadas por los mercaderes locales.
Para garantizar su autenticidad, los comerciantes, banqueros y casas de cambio chinos marcaban las monedas con pequeños sellos o punzones, conocidos como chops. Estos grabados solían consistir en caracteres chinos o símbolos que representaban el nombre del comerciante, la casa de cambio o términos como “puro”, “verdadero” o “bueno”. Algunos resellos también correspondían a autoridades locales o aduanas, que certificaban la entrada de las monedas extranjeras en circulación.
Cada vez que una moneda cambiaba de manos, podía recibir un nuevo chop, de modo que muchas piezas terminaron con numerosos resellos superpuestos, lo que indica que habían pasado por distintas regiones o comerciantes. El objetivo de estos sellos era confirmar la autenticidad y el contenido metálico de la moneda, prevenir falsificaciones y adaptar las piezas extranjeras al sistema comercial chino.
En consecuencia, los chops funcionaban como una garantía de confianza dentro del comercio. Una moneda marcada por una casa acreditada adquiría mayor aceptación, algo comparable a una certificación bancaria moderna.
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