Carlos III.
8 Reales
(1783)
Mexico
Plata
39 MM - 25,97 Gramos
Ensayadores (FF)
Francisco de la Pena y Francisco Arance Cobos
KM#106
ET: 1676
Carlos III de España (1716–1788) fue rey de España desde 1759 hasta su muerte en 1788 y es recordado como uno de los monarcas más destacados e ilustrados de la dinastía Borbón. Su reinado marcó una etapa de reformas políticas, económicas y culturales, orientadas a modernizar el país según las ideas de la Ilustración, lo que le valió el apodo de “el mejor alcalde de Madrid” por sus numerosas obras públicas.
Antes de ocupar el trono español, Carlos había sido rey de Nápoles y de Sicilia (como Carlos VII y Carlos V, respectivamente), experiencia que le permitió desarrollar una sólida visión de gobierno. Ya como rey de España, impulsó un amplio programa de reformas administrativas y fiscales, fortaleció la educación, fomentó la ciencia y la industria, y modernizó la infraestructura urbana con la creación de caminos, canales y edificios públicos.
Bajo su gobierno, se promovieron medidas de centralización del poder, la racionalización de la administración y la reducción del poder de la Iglesia en los asuntos civiles, destacando la expulsión de los jesuitas en 1767. En política exterior, trató de mantener el equilibrio entre las potencias europeas, aunque la alianza con Francia llevó a España a participar en conflictos como la Guerra de los Siete Años y la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, en la que España recuperó Florida.
Los chops o resellos chinos grabados sobre las monedas de plata grandes del siglo XIX, como los 8 reales mexicanos o los trade dollars europeos, son un testimonio directo del comercio internacional entre Occidente y Asia, especialmente del intenso intercambio con el mercado chino.
Durante los siglos XVIII y XIX, China utilizaba la plata como base de su sistema monetario, pero no producía suficientes monedas propias para su enorme comercio interno y marítimo. Por ello, las monedas extranjeras, en especial los 8 reales españoles y mexicanos, comenzaron a circular ampliamente en los puertos y centros comerciales chinos. Estas piezas, por su pureza y peso estables, eran aceptadas como moneda legítima, pero antes debían ser verificadas por los mercaderes locales.
Para garantizar su autenticidad, los comerciantes, banqueros y casas de cambio chinos marcaban las monedas con pequeños sellos o punzones, conocidos como chops. Estos grabados solían consistir en caracteres chinos o símbolos que representaban el nombre del comerciante, la casa de cambio o términos como “puro”, “verdadero” o “bueno”. Algunos resellos también correspondían a autoridades locales o aduanas, que certificaban la entrada de las monedas extranjeras en circulación.
Cada vez que una moneda cambiaba de manos, podía recibir un nuevo chop, de modo que muchas piezas terminaron con numerosos resellos superpuestos, lo que indica que habían pasado por distintas regiones o comerciantes. El objetivo de estos sellos era confirmar la autenticidad y el contenido metálico de la moneda, prevenir falsificaciones y adaptar las piezas extranjeras al sistema comercial chino.
En consecuencia, los chops funcionaban como una garantía de confianza dentro del comercio. Una moneda marcada por una casa acreditada adquiría mayor aceptación, algo comparable a una certificación bancaria moderna.
$218.000,00
Carlos III.
8 Reales
(1783)
Mexico
Plata
39 MM - 25,97 Gramos
Ensayadores (FF)
Francisco de la Pena y Francisco Arance Cobos
KM#106
ET: 1676
Carlos III de España (1716–1788) fue rey de España desde 1759 hasta su muerte en 1788 y es recordado como uno de los monarcas más destacados e ilustrados de la dinastía Borbón. Su reinado marcó una etapa de reformas políticas, económicas y culturales, orientadas a modernizar el país según las ideas de la Ilustración, lo que le valió el apodo de “el mejor alcalde de Madrid” por sus numerosas obras públicas.
Antes de ocupar el trono español, Carlos había sido rey de Nápoles y de Sicilia (como Carlos VII y Carlos V, respectivamente), experiencia que le permitió desarrollar una sólida visión de gobierno. Ya como rey de España, impulsó un amplio programa de reformas administrativas y fiscales, fortaleció la educación, fomentó la ciencia y la industria, y modernizó la infraestructura urbana con la creación de caminos, canales y edificios públicos.
Bajo su gobierno, se promovieron medidas de centralización del poder, la racionalización de la administración y la reducción del poder de la Iglesia en los asuntos civiles, destacando la expulsión de los jesuitas en 1767. En política exterior, trató de mantener el equilibrio entre las potencias europeas, aunque la alianza con Francia llevó a España a participar en conflictos como la Guerra de los Siete Años y la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, en la que España recuperó Florida.
Los chops o resellos chinos grabados sobre las monedas de plata grandes del siglo XIX, como los 8 reales mexicanos o los trade dollars europeos, son un testimonio directo del comercio internacional entre Occidente y Asia, especialmente del intenso intercambio con el mercado chino.
Durante los siglos XVIII y XIX, China utilizaba la plata como base de su sistema monetario, pero no producía suficientes monedas propias para su enorme comercio interno y marítimo. Por ello, las monedas extranjeras, en especial los 8 reales españoles y mexicanos, comenzaron a circular ampliamente en los puertos y centros comerciales chinos. Estas piezas, por su pureza y peso estables, eran aceptadas como moneda legítima, pero antes debían ser verificadas por los mercaderes locales.
Para garantizar su autenticidad, los comerciantes, banqueros y casas de cambio chinos marcaban las monedas con pequeños sellos o punzones, conocidos como chops. Estos grabados solían consistir en caracteres chinos o símbolos que representaban el nombre del comerciante, la casa de cambio o términos como “puro”, “verdadero” o “bueno”. Algunos resellos también correspondían a autoridades locales o aduanas, que certificaban la entrada de las monedas extranjeras en circulación.
Cada vez que una moneda cambiaba de manos, podía recibir un nuevo chop, de modo que muchas piezas terminaron con numerosos resellos superpuestos, lo que indica que habían pasado por distintas regiones o comerciantes. El objetivo de estos sellos era confirmar la autenticidad y el contenido metálico de la moneda, prevenir falsificaciones y adaptar las piezas extranjeras al sistema comercial chino.
En consecuencia, los chops funcionaban como una garantía de confianza dentro del comercio. Una moneda marcada por una casa acreditada adquiría mayor aceptación, algo comparable a una certificación bancaria moderna.
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